martes, 18 de diciembre de 2007

Las princesas y los príncipes del pedregal

Quizás la humana y bondadosa Diana no los conoció pero sepan que habito en un lugar donde abundan príncipes y princesas, llevan vestidos largos y piojos en el pelo, la comezón les cala pero las reglas y los manazos de su madre no los dejan rascarse.
Pedregal de Escobedo es el lugar donde habita el olvido, el olvido de quienes nos preocupamos por comprarles juguetes valiosos a nuestros hijos y nos olvidamos que la marginación está a la vuelta de la esquina o a los pies del cerro del Topo.

“La princesa esta cansada porque no ha dormido bien”, las princesas del pedregal no duermen porque los gritos de sus padres no las dejan dormir, lo que pasa es que sus clases de teatro los han enajenado tanto que tiene que actuar hasta la media noche para la puesta en escena, las escenas son todas las noches y empiezan a calarles las uñas a las princesas cuando se arañan las orejas de tanto apretar.

Los príncipes, caballeros del reino tienen que practicar por las noches atletismo con obstáculos, esquivan carros y patrullas mientras llegan a sus palacios con los obsequios nuevos que acaban de recibir. Aunque los reyes de la casa los malvendan al siguiente día para comprar lujos más necesarios como un kilo de arroz o tortilla. Los príncipes del pedregal bailan agachados y se ponen adornos en el cuello, su linaje les importa muy poco y su pasión la llevan en la piel, los príncipes del pedregal aman a las princesas y esperan que existan las hadas madrinas, sueñan con vivir en “la del valle”, aunque ni siquiera sepan lo que es vivir en la prole.

Príncipes y princesas desfilan por los bailes en las noches, se reúnen en las esquinas y tiran pedradas a las casas de sus enemigos, la diversión comienza cada noche en las tierras del "piedregal".

4 comentarios:

Fernando Arellano dijo...

Chingón, Hillany. Estás inspirada y en ascenso. Sigue productiva; serás parte de mi alimento en vacaciones.

Guillermo Berrones dijo...

¿Basta vivir para escribir? Sí, aunque muchos viven y se desviven y jamás pasa nada. Se requiere tener la sensibilidad a flor de piel para empatar con la realidad de los otros, los observados. Después las palabras puestas en su lugar hacen el oficio. En la brevedad de tus textos hay certeros disparos literarios. Bien, diciembre te hace grande, amiga, ¿o son las posadas? Felicidades, tienes mi admiración.

Luz Rodríguez Llanes dijo...

Muy bien amiguis, esas mañas perdón, cualidades, no te las conocía. Me gustó

Oscarito Benavides dijo...

El medio absorve, sé que no es tu caso. Espero que cuando salgas de ese lugar verdaderamente Dantesco, no olvides que muchos de los grandes y pequeños salen de esos rincones ¿En dónde te ubicas?

¡Échele madrazos!