domingo, 17 de noviembre de 2013

Curando heridas

De pronto aparece arrojado en un lienzo, cubierto de penas y lo tomas, lo acaricias, le cuidas, le alimentas y cuando decides que está bien, voltea y te arrebata la tranquilidad. 
Vuelves a cuidarlo, vuelves a cubrirlo con tu paz y vuelves a darte cuenta que nada vale nunca.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Tu demasiada vida

 

Me mudaré de piel, cambiaré mi espacio y detendré el tiempo entre mis labios. Dejaré que el viento vuele y sembraré mis pies por unos instantes mientras vuelves y me grites -he llegado.

Andaré al tiempo y mojaré mi pelo en la lluvia de tu ausencia. De tu demasiada ausencia y tu tanta vida. Fuiste mi tiempo y espacio. Eres mi proyecto nacido en ti. Frente de mi orgullo y maestro de caminos y andares. Serás la sonrisa eterna y los ojos de luz que necesitaremos siempre para ver la realidad.

Llenaste de magia nuestra experiencia de vida. Con tus eternos años te convertiste en el mito y la presunción de vencer a la vida. Tu mirada fue cambiando con el tiempo, al igual que tu voz. Tus pasos se fueron haciendo lentos y el tiempo te dio tiempo para todo. Viste. Escuchaste. Sentiste. Probaste. Amaste. Enseñaste. Nos enseñaste a vernos a los ojos y reconocer nuestro apellido en cada mirada. Nos enseñaste a unirnos y a querernos. Nos dijiste cómo protegernos, como sanarnos.

Sembraste una semilla en cada uno de nuestros pensamientos, una semilla de amparo, lo hiciste seguramente al darnos el apellido, ese que nos enorgullece y donde heredaste tu fuerza y el trabajo que nos caracteriza.

Orgullo de todos y sensibilidad en la piel, te dejo mi abrazo eterno y mi gratitud perpetua, por esa gran vida, por nacer de ti. Te amo abuelo.